
01 Dic Adviento 2020: «VEN, SEÑOR JESÚS, TOCA NUESTRA VIDA»
REFLEXIÓN DE ADVIENTO
¿Jesús, te atreves a venir este año? ¿No tienes miedo a que, al hacerte carne como uno de nosotros, te infectes como nosotros?
Y si vienes… ¿tendrás que mantener la distancia de seguridad? ¿No podremos tocarte? ¿Qué sería de nosotros sin los pastores, apretados en el portal de Belén, bien cerquita del niño? ¿Y si los magos de Oriente no hubieran podido salir de sus países y ponerse en camino, porque las fronteras estuvieran cerradas? ¿Y si el anciano Simeón no te hubiera podido coger con sus brazos? ¿Qué sería de nuestra fe sin la Palabra hecha tacto?
No podemos imaginar un evangelio que no cuente tu encuentro con el sordomudo, metiendo tus dedos en sus oídos y diciendo Efethá. ¿Dónde se apoyaría nuestra fe si no hubieras mantenido aquella conversación con la samaritana en la que, seguro, bebisteis agua de la misma vasija? ¿Y si no hubieras extendido tu mano para tocar al leproso y curarle? ¿Y si aquella mujer de Betania no se hubiera acercado a ti para enjuagar tus pies con sus lágrimas y secarlos con sus cabellos? ¿Se hubiera atrevido la hemorroísa a tocar el borde de tu manto si no hubiera habido una multitud a tu alrededor que te oprimía y entre la cual se ocultaba? No sé tampoco si te habrías atrevido a entrar en aquella estancia cerrada donde yacía la hija de Jairo, con él, su mujer y tus tres amigos (ya érais más de seis). Nada que hablar de la última cena, demasiada gente. Nos habrías dejado sin pan, tomado por tus manos y repartido. O la Verónica, si es que la hubo, ¿se habría acercado para acariciar tu rostro?
Si vienes, Señor, si sigues viniendo es para cogernos de la mano, para tocarnos los oídos, para abrazarnos como a los niños, para imponernos las manos, para lavarnos los pies, para dejar que nos recostemos en tu pecho, para dejarte besar, aunque sea traicioneramente.
Ven, Señor Jesús, toca nuestra vida.
(Paco Sales sm)